
¿Crisis?...será para usted: El Desbocado Objetivo
Me estoy fumando un puro habano.
Al otro lado, pegado a la radio, ustedes escucharán como lo hago, pero no podrán saborearlo.
Es una sensación de dioses.
Al aspirar su humo, denso y bien tratado, los pulmones se olvidan de lo maltratados que estuvieron cuando siendo nadie, me veía obligado a fumar paquetes de Celtas y toser como un viejo arrugado con apenas veintipocos años.
Estando como estamos, con eso de la crisis compartiendo cama, esto puede resultarle un lujo excesivo.....pero no se engañen.
Ustedes, los de la clase baja, sufren y sufrirán como una plaga bíblica, altibajos en su cartera dignos de cardiograma.
Cuando mueran, estirarán la pata después de haber superado al menos una decena de estos bajones.
Periodos austeros en los que la nómina se paraliza mientras las facturas suman y suman.
Llegar a fin de mes les obligará a un juego en el que se sacrifican cafés, regalos, cenas con la parienta, ruedas nuevas para un pinchazo, caprichos de hijos, vacaciones, ropa de marca, comida de calidad o ducharse un ratito más con el agua bien caliente.
No se comprarán ese libro de moda con el que se culturizarán porque le pondrán treinta euros a sus tapas duras.
No verán ese documental sobre la verdad que no se les confiesa porque la butaca para hora y media sale a diez euros que enfadan a su señora.
Y su señora se quedará sin su rosa mensual y el revolcón con que se lo agradece, pues la rosa sale a ocho euros sin adornar y doce con algo de ornato.
Así que cada Nochevieja con crisis, usted acabará el año con menos amigos, menos cortados, menos sexo y tonto de remate.
Insisto....no me odie.
Solo le confieso la verdad que usted intuye pero que yo...se.
Se que hay una élite de encorbatados y collares de perlas en cuyo diccionario no existe el concepto de ahorro.
Se que cuando invierten y las cosas les salen torcidas, solo tienen que hacer dos o tres llamadas para que el ministro de turno acuda a socorrerlos con el dinero que a ustedes les sisan con eso de estar obligado a pagar impuestos.
Luego lo llamarán “Plan de Rescate” o “Medidas para el Reequilibrio Económico” pero en realidad no es otra cosa que trasvasar monumentales cantidades de dinero público a un solo y exclusivo bolsillo.
Por ley, por cojones, porque a ellos les da la gana.
Se que el ahorro que para usted supone el negarle a su hijo un regalo para el 5 de enero, ellos lo agradecerán invirtiendo en renovar su flota de vehículos de lujo o en darle una nueva capa de pintura antihumedad a alguno de sus dos o tres yates.
La crisis no existe porque usted durante los buenos tiempos, decidiera darse el capricho y se fuera de vacaciones masificadas al Caribe.
La crisis existe porque allá arriba hay gente rica, muy rica, que se niega a bajar un peldaño y para mantener el ritmo, usted tendrá que pasarse los próximos siete u ocho años cenando sandwich de queso recauchutado y veraneando en casa de sus padres....si esto todavía andan vivos.
El habano me lo dieron ellos.
Ya sabe....los de arriba.
Lo hacen para que los del micrófono les digamos una y otra vez que la economía se hunde.
Para que se lo crean.
Así, a fuerza de cerrar el bolso, pronto lo harán el bar de toda la vida, el kiosko de la esquina o la zapatería del barrio.
Con ello caerá la competencia y mejorarán los números de Starsbucks, del Fnac y por supuesto, de El Corte Inglés.
Con ello alguien continuará desayunando salmón, bebiendo como agua escocés de doce años, esnifando cocaina no adulterada, poniendo liposucciones al envejecimiento y viviendo como ustedes nunca llegarán a hacer...a todo trapo.
Bucardo
Me estoy fumando un puro habano.
Al otro lado, pegado a la radio, ustedes escucharán como lo hago, pero no podrán saborearlo.
Es una sensación de dioses.
Al aspirar su humo, denso y bien tratado, los pulmones se olvidan de lo maltratados que estuvieron cuando siendo nadie, me veía obligado a fumar paquetes de Celtas y toser como un viejo arrugado con apenas veintipocos años.
Estando como estamos, con eso de la crisis compartiendo cama, esto puede resultarle un lujo excesivo.....pero no se engañen.
Ustedes, los de la clase baja, sufren y sufrirán como una plaga bíblica, altibajos en su cartera dignos de cardiograma.
Cuando mueran, estirarán la pata después de haber superado al menos una decena de estos bajones.
Periodos austeros en los que la nómina se paraliza mientras las facturas suman y suman.
Llegar a fin de mes les obligará a un juego en el que se sacrifican cafés, regalos, cenas con la parienta, ruedas nuevas para un pinchazo, caprichos de hijos, vacaciones, ropa de marca, comida de calidad o ducharse un ratito más con el agua bien caliente.
No se comprarán ese libro de moda con el que se culturizarán porque le pondrán treinta euros a sus tapas duras.
No verán ese documental sobre la verdad que no se les confiesa porque la butaca para hora y media sale a diez euros que enfadan a su señora.
Y su señora se quedará sin su rosa mensual y el revolcón con que se lo agradece, pues la rosa sale a ocho euros sin adornar y doce con algo de ornato.
Así que cada Nochevieja con crisis, usted acabará el año con menos amigos, menos cortados, menos sexo y tonto de remate.
Insisto....no me odie.
Solo le confieso la verdad que usted intuye pero que yo...se.
Se que hay una élite de encorbatados y collares de perlas en cuyo diccionario no existe el concepto de ahorro.
Se que cuando invierten y las cosas les salen torcidas, solo tienen que hacer dos o tres llamadas para que el ministro de turno acuda a socorrerlos con el dinero que a ustedes les sisan con eso de estar obligado a pagar impuestos.
Luego lo llamarán “Plan de Rescate” o “Medidas para el Reequilibrio Económico” pero en realidad no es otra cosa que trasvasar monumentales cantidades de dinero público a un solo y exclusivo bolsillo.
Por ley, por cojones, porque a ellos les da la gana.
Se que el ahorro que para usted supone el negarle a su hijo un regalo para el 5 de enero, ellos lo agradecerán invirtiendo en renovar su flota de vehículos de lujo o en darle una nueva capa de pintura antihumedad a alguno de sus dos o tres yates.
La crisis no existe porque usted durante los buenos tiempos, decidiera darse el capricho y se fuera de vacaciones masificadas al Caribe.
La crisis existe porque allá arriba hay gente rica, muy rica, que se niega a bajar un peldaño y para mantener el ritmo, usted tendrá que pasarse los próximos siete u ocho años cenando sandwich de queso recauchutado y veraneando en casa de sus padres....si esto todavía andan vivos.
El habano me lo dieron ellos.
Ya sabe....los de arriba.
Lo hacen para que los del micrófono les digamos una y otra vez que la economía se hunde.
Para que se lo crean.
Así, a fuerza de cerrar el bolso, pronto lo harán el bar de toda la vida, el kiosko de la esquina o la zapatería del barrio.
Con ello caerá la competencia y mejorarán los números de Starsbucks, del Fnac y por supuesto, de El Corte Inglés.
Con ello alguien continuará desayunando salmón, bebiendo como agua escocés de doce años, esnifando cocaina no adulterada, poniendo liposucciones al envejecimiento y viviendo como ustedes nunca llegarán a hacer...a todo trapo.
Bucardo
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