lunes, 4 de agosto de 2008

El Demonio Negro


El Demonio Negro
El demonio negro que llevo dentro me ordena que no piense.
Pero no le hago caso.
Y pienso.
Para entretenerlo le lanzo una de tantas de esas que pululan por la cabeza y que tanto mal me generan.
Saco el dolor al pinchazo, los temores al extraño, la rabia, la impotencia, los malos recuerdos o el asco y sí se los lanzo, bien lejos, para que se cebe sobre ellos como un perro enrabietado.
Así, mientras me libero, durante unos segundos, la paz se extiende, respiro profundamente….y pienso.
Entonces te veo tal y como he imaginado.
Pasas del aire a la forma, caminando parte del lago como si tu cuerpo de hembra fueran millones de gotas de agua…fresco transparente.
Y el calor, ese ser abyecto que se aferra con dos manos, resulta que no lo es tanto, con el contacto carnoso de tus labios.
Mi mente claudica y por fin…descansa.
Será hasta que el demonio negro descubra el engaño.
Regresará desde luego pero no me importa.
Siempre tengo un pensamiento funesto con el que entretenerlo.

Bucardo

Registro Propiedad Intelectu@l

No hay comentarios: