martes, 17 de junio de 2008

El Ladrón


¿El Ladrón?
Su aspecto, apenas una apariencia, no hubiera llamado la atención ni de quienes debieran ni de quienes lo ignoraban.
Pero el desaliño era su único trapo y aquella bandera, no alzaba demasiado bien en aquel universo de estanterías repletas, precios abusivos en oferta y vigilantes en postura de abuso, dispuestos a que nadie interrumpiera la sacrosanta liturgia del consumo.
Entre piel y hueso traslucía un entramado de líneas verdes, azules y violáceas, donde tal vez en un tiempo discurriera sangre pero que ahora, no era más que arteria reseca y vena carcomida por la ponzoña.
Pocas luces y menos fuerza.
Aquel esclavo del vicio renqueaba en su caminar gracias a una muleta recosida con esparadrapos de urgencia, tan apañados el uno con el otro que uno debía averiguar si la una sostenía al dueño o era este quien impedía que la otra se resquebrajara sobre el suelo.
Ante la puerta y expulsado, mientras la cédula decidía si aquella sombra tenía suficiente de humano como para darle paso, puse el ojo sobre el bolsillo de su pantalón, uno de estos en imitación castrense que lo mismo deja sitio para tres granadas que para una litrona de las de menos de un euro el litro.
Evidentemente no pagada.
La fechoría, torpemente ocultada, terrible ante los ojos del abuso y su criminal, se giran para descubrirme sabedor y mirando.
Adoptan un gesto de ruego, solo dos o tres minutos, lo justo para darle aire al establecimiento y meter un rincón, tal vez dos de por medio.
La bolsa me pesa y no lo siento tan ladrón que el cuarto de salario que me ha costado el alimento para la próxima quincena.
Alguien allá arriba mastica langostinos como palillos con los reales con que pago el tomate transgénico y el zumo de pura química.
Alcanzo al ladrón sin esfuerzo y en poco rato y al tiempo de la despedida, sin palabra de por medio, se gira para guiñarme un ojo.
Robin Hood sin fama ni beneficio.
Yo con menos chicha en el guiso de la cartera y el, con un puntito de alegría en una enciclopedia de desgracias.
Bucardo

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