domingo, 28 de octubre de 2007

Déjame Vivir


"Déjame Vivir....."
Nadie dijo que vivir en el barrio sea cosa sencilla.
Aquí no rige nada ni nadie que sea cuerdo y si por imbecil tratas de serlo, entonces surgen manos a puñados desde el charco donde cada día dormimos, comemos y cagamos para atraparte....para arrastrarte.
Nadie dijo que escapar del barrio fuera cosa sencilla.
No hace ni una semana que al "Griego" se lo llevaron camino del Hospital con un navajazo que le traspasó el hígado.
El agujero se lo hizo el Rafa, un gitanazo tarado desde que lo parieron, que trataba a su mujer a fuerza de mamporro e incluso entre los suyos, era temido y odiado por eso de tratar con lenguas descosidas a sus mayores, cosa grave si resulta que naces gitano.
Es posible que el Rafa sea un auténtico hijo de puta, que mejor sea saludarlo por la calle como si fueras de su misma sangre y que el juez que no tuvo cojones a encarcelarlo le suden los costados solo con imaginar que alguien así pueda esperarlo en el portal de su casa.....pero el "Griego" fue el mayor gilipollas en esta historia.
En un sitio como este, en un barrio sitiado de polígonos y circunvalaciones que nos rodean para garantizar la pureza de los buenos ciudadanos, nadie ofrece un brazo en favor de nadie....no sea que te lo cortaran.
Es la ley de una desconfianza tan insertada en el tuétano de nuestros huesos, que si se diera el caso, renegariamos de nuestra propia madre si sospechábamos que te echa de menos en el plato o que el trozo más jugoso de la chicha se lo lleva siempre tu hermana.
Muerde, muerde como una culebra, muerde hasta dejarte los empastes porque sino, serás tu el que termine con los colmillos en el cuello.
Desconfiamos de la peña, por mucho que sean amigos desde la tetada....si te proponen con demasiada gana una nocturna de juerga....aprieta el bolsillo que seguro que serás tu quien termine pagándola, a buenas o a malas.
Desconfiamos de la novia, esas que procuran quedarse preñadas en vía recta para que las jubiles a los veintiuno, ahorrándoles toda una vida deslomándose por seiscientos mensuales en el Sabeco y andarse, al año, tirándose todo lo que tuviera un palo tieso entre las piernas.
Desconfiamos del cura, de todos los que nos han mandado desde el Obispado, siempre inocentes recién sacados del Seminario....de esos que se piensan que sin sotana y aires de colega, van a conseguir que no le saquen una aguja oxidada por el SIDA para robarles los céntimos del cepillo o hasta el vino de la misa.....por lo general vienen al barrio como los soldados rasos a la guerra, buscando colgarse medallas de santo para olvidarse de nosotros en cuanto le ponen el traje rojo y les tratan de obispos.
Desconfiamos del cartero.....porque todavía quedan imbéciles que le desventran la oficina creyendo que allí se guardan cheques o nóminas, haciendo que el muy cabrón ya no se la juegue repartiendo postalitas.
Y sobre todo desconfiamos del hijo puta del "Chuloberto", un jeta al que cualquier día se lo van a llevar con un tajo de dos palmos en el moflete por eso de hacer negocio echándonos garrafón al cubata o vendiéndonos maruja que parece paja de la que le dan a las cabras. Claro que si no lo hacemos es sencillamente, porque nadie se ha atrevido a montarse negocio con la barra en este barrio y encima, mantenerlo abierto hasta las tres de la mañana.
El "Chuloberto" estuvo en prisión por descalabrar a un idiota que le faltó al respeto delante de la novia.
Por eso le respetamos.
Una cosa es andarte con trapicheos, con algún que otro escarceo o birlarle la barra del pan a una puta vieja y otra bien distinta es haber tenido que ducharte entre rejas después de rebanarle el cuello a un gilipollas.
Eso impone....asi de jodido que era.
Entre estas calles se nace para no salir más que lo justo...tal vez al centro....los unos para escaquearle un CD a los del Corte o averiguar que cliente tiene mayor cara de despitado....los menos para mirar a otro lado cuando nos cruzamos en el mismo Corte, solo que ellos están uniformados y atienden a los que pagan.
Nadie se juega el caer mal en nuestro barrio por asegurarse la mierda de sueldo que cobraban.
Ando ahora pensando.
Hace un mes que en el "Insti" no saben cual es mi sombra y padre comienza a acumular como si fueran cromos, los partes de aviso.
De los amigos, era el único que aun hacía acto de presencia.
Todos los demás se fueron marchando a medida que fueron descubriendo que ninguna letra, ninguna nota, te sacaba de este basurero.
Ya podías saber leer en chino que si en el trabajo se enteraban de donde habías crecido....lo llevabas poco claro.
En el colegio los pupitres estaban tan rajados que se podía seguir la historia de quienes se habían sentado sobre ellos desde antes de que se muriera Franco....las porterías eran cuatro pedruscos en cada lado pues las que mandaron del Ministerio se las llevaron los chatarreros sabiendo que nadie les echaría nada en cuenta....el recreo era tierra, las ventanas rotas o acartonadas y los profesores, como niños abusados, acojonados solo de pensar que tenían que vernos cada mañana, temblando de miedo porque un suspenso, una mala mirada, un mal gesto o una bronca necesaria, les obligara a tener que llamar a la autoridad para que le escoltaran desde la salida hasta el treinta y uno.
- No te olvides del "Grillao" - así solían amenazarles cuando lo que de verdad se quería, era ponerle gotitas de sudor sobre la frente.
Juan Martinez, el "Grillao", rondaba los dieciéis cuando lo mandaron a un reformatio para que pagara por sus muchos follones.
Por decír, de el decían que si hasta le robaba la leche de las tetas de su madre.
Lo malo para el reformatorio, fue que olvidó tener los muros altos y bien gruesos, por lo que el chico les duró las cuatro noches que necesitó para burlar al vigilante y poner distancia entre medio.
Regresó al barrio con toda la mala sangre bien, pero que muy bien acumulada.
El "Grillao" había convertido el llevar la contraria en una manera de afrontar la vida.
Nada sabía del mundo pero le esquilmaba de tal manera la rabia que a poco que se le provocara, sacaba las cosas de quicio y encontraba con facilidad excusa para pelearse por cualquier tontería.
De madrugada, cerca de la Residencia de Ancianos, se topó de bruces con la mujer del de Literatura, una señora de cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años que marchaba con el cuelo prieto porque llegaba tarde al horno de pan recongelado de la Calle San Esteban.
No hubo palabra.
Allí mismo le soltó diez o doce bofetones, la arrastró hasta un callejón, la violó hasta que no le quedaron fuerzas y se ensañó de tal manera con ella, que cuando la dejó, pensó de verdad que la había matado.
"Así me respetarán cuando sea yo quien hable".
Pero con todas sus magulladuras, la mujer sobrevivió y al chaval le cayeron dos años de Reformatorio, solo que este, en Canarias, con alambra de espino, un cuartel de maquetos al lado y ninguna vista sobre ninguna playa donde las canarias se le pusieran frente a los ojos, con sus bikinis apretados, con ese acento que le revienta a uno las costuras de la bragueta.
Creo que fue esto lo que más le cabreó.
Aquí nadie viaja si no es al pueblo para enterrar a la abuela por lo que haber estado en Canarias, aun a cuenta del Estado y no poder presumir de pisar arena y ver el mar, le reconcomía las entrañas.
Con su nuevo regreso, el de Literatura perdió el coche, robado y quemado en la rotonda que daba la bienvenida a los autobuses vacíos que entraban en el barrio.
Luego, sabiendo que todos lo esperaban, cogió por costumbre el sentarse a las cinco en punto en la puerta del colegio, entreteniendo la espera con una navaja usada para librar a las uñas de su mucha roña.
Era su manera de recordarle al profesor, que en ese barrio, uno de los dos saldría a malas y ya se sabe cual de esos dos tenía la cabeza más dislocada.
Se marchó.
El literato, está claro.
Su último día, cuando sonó el timbre y pareció respirar aliviado cuando vió la chapa roja del treinta y uno asomando por la esquina, los ojos se le hicieron blanco cuando en el costado del bus, vio que alguien había pintado con mayúsculas rojas...."!COMO SE CORRÍA LA PERRA DE TU MUGER!"....que bien mirado, podría haber sido una de las muchas barbaridades que cada día se desfogan ante una pared y con un bote en la mano pero que entre quienes le miraban, no hacía falta andarse con explicaciones banas.
No volvimos a saber de el.
Ahora ya no tenemos porque aguantar al "Grillao".
Fue cosa de un fino chute, chute de pura mierda picado directo en vena.
A saber que sería....¿cal?...¿polvos de talco?....el caso es que lo encontraron tirado, ya muerto, a las puertas de Caritas, no porque anduviera buscando ayuda, sino porque con ese afán de tocarle los huevos a cualquiera que tenía, iba allí a meterse lo que fuera, solo por el regusto de sacar de sus casillas a los de la Iglesia.
De vez en cuando a los picoletos les da por entrar a hacernos una visita.
Los políticos no entran en el barrio mas que con helicóptero y muchos metros del suelo a lo alto por lo que siempre andan prometiendo hacer un cuartelillo cerca de la rotonda.
A los viejos les hace ilusión. Piensan que todo será más seguro y que con esa seguridad, habrá trabajo y ganas de salir a pasear las tardes de los domingos.
Pero ando algo escamado y no tengo muy claro si el cuartelillo será para sacar del sitio toda la mierda que nos atufa o para evitar que salgamos a la ciudad y molestemos a quienes si reciben los abrazos con eso de las elecciones.
Aquí los municipales se nos hacen algo mariquitas....pitufitos a los que les dan una pistola.
Los Nacionales ya no se acercan ni para recordarnos que se debe tener el DNI en la mano si lo que queremos es chupar del paro.
Pero con la Guardia Civil...la cosa cambia y mucho.
Patrullan en "bis" con el antibalas puesto, las gafas de sol que parecen Terminators y la metralleta al cinto, siempre con su gatillo no muy alejado del dedo.
Saben que es el plomo y la cara mala ostia que ponen, mala ostia de la de verdad, la que los hace respetables a nuestros ojos y que si no nos la mostraran, no tardarían en encontrarse con alguna navaja discreta haciéndoles un segundo agujero en el culo.
Pero del respeto les podría decir mucho el "Macho".
Si el "Macho" era un "vendemierdas" que llenaba de pastillas, coca y maruja varia las calles que lindaban con el desguace.
Una mañana, llaman a la puerta y el muy subnormal, con los canzoncillos al aire, va, abre sin mirar quien tiene al otro lado y le aparece el teniente con dos números.
El teniente, un tal Maldonado al que llamábamos el "Sevillano", se había enterado que ahora el "Macho" intentaba ampliar mercados, vendiendo a las criaturas del Colegio.
Si, era verdad que lo hacía en el Instituto y delante de cualquier garito, pero hacerlo a críos a los que les habían quitado el biberón hacía nada.....hasta los más curtidos le echaban en cara que se había pasado.
Cuando marcharon camino del cuartelillo, dejaron al chaval con las dos costillas que no tenía rotas y el cuerpo más morado que blanco.
Aprendió.
Hizo las maletas, encontró trabajo en una eléctrica y hasta dicen que hasta se ha casado y anda esperando un churrumble.
Sigo pensando.
Estoy aquí, volvado sobre la cama, sucia y deshecha....deshecha como lo esta este jodido sitio.
En el Compac, a volumen bajo....he puesto a la Mari.
La Mari, su puta voz de dardos bien lanzados, calma mejor que una noche con suerte.
Si, una noche con suerte en que se consiguen un par de cubatas sin echar mano al bolsillo, cuatro caladas sin rogar demasiado y meterle mano a alguna tía de estas que por ser del barrio...se dejan hacer todo lo que tu quieras.
Mereció la pena desgastar las zapatillas sobre la acera, corriendo con el gordo que hacía de securata en el FNAC por mangonear el disco.
Ahora la Mari es mía, solo mía y por ello, para mi, desgrana su voz como las granadas van deshaciéndose sobre una ensalada invernal.
Pena de Donés que le da Jarabe de Palo a mis tímpanos con esa voz tan baja, tan insulsa.
Esta jodida malagueña me saca las fieras que llevo dentro, encauza mi mirada hacia el techo, abstrae, doblega, encauza...."déjame vivir....libre...a mi manera".....!Dios!...¿por que coño no se callara el puto Pau de los cojones?.
La canción es de las que nunca termina, por mucho que el CD enmudezca y se quede dándo vueltas como un imbecil, la retiene la memoria, la sujetan mis ganas de traspasar el techo e imaginar....
No quiero ser un "Griego".
No deseo ser un héroe de los que terminan con el hígado agujereado, arrepintiéndose tarde de haber intentado hacer de samaritano con quien no deseaba ninguna ayuda.
Aunque se que hay algo más halla al otro lado del treinta y uno, ya no me tratan como un mocoso y ando demasiado metido en la mierda como para hacerme a la idea de escapar de ella sin que se me quede prendado algo de su olor.....quien quiera levantarse, que lo haga solo.
De mi....ni agua.
Tambo veo en ninguna parte al "Grillao". Por mucho que algunos lo recuerden con cierto respeto, por mucho que vivo o muerto todavía lo teman.
No, no deseo ignorar cual será el siguiente de mis actos, no me da la gana ser objeto de referencia para todos los críos que sin duda terminarán como el....con el culo ancho de cualquier ducha carcelera, con una biblioteca en fichas policiales y el brazo sin un solo centímetro de piel sin estar pinchado....muerto...solo.
Es una lotería demasiado arriesgada, tan chamuscada como el aceite con que se refríen los churros del bar de Gabriel "el Hacendado".
Al "Macho" le hacen de menos con el apodo y ya no se deja ver por estos lugares.
Suele ocurrir.
Cuando a los niñatos de este sitio les da por ponerte bajo palio, pensando que la dureza se contabia cuanto más se alaba, les irrita descubrir luego, que esa misma dureza, no es más que un escudo, una defensa frente a la mierda que te rodea....en el fondo, deseas salir del barrio tanto como esos admiradores lo desean.
Por eso, si tienes arrestos para volver, les recordarás que ellos no han sido capaces de pasar al otro lado y por ello, te odiarán...saldrás con las ruedas del coche reventadas, la puerta de casa quemada...puede incluso que con alguna ostia lanzada de canto.
"Déjame vivir.....libre.....pero a mi manera...".
Cierro los ojos, lo hago con fuerza, para que no se escape la inspiración del buen momento.
Veo a mis padres enterrándome antes de los treinta, con mi cuerpo cosido a navajazos por esos rumanos, esos que no se andan con chiquitas a la hora de disputar las fronteras invisibles en que se divide el barrio....veo mi cuerpo pudriéndose en las colmenas del cementerio de las Cecilias....en lo alto del otero desde el que se divisa la entrada desde la ciudad....viendo como todo crece....no más que en sentido contrario....la urbe alejándose y el barrio, cargando toda la mierda que en las tiendas caras no quieren.
"....a mi manera...."
A mi manera me levanto, a mi manera calzo los pies, a mi manera salgo de casa como siempre, sin despedirme, a mi manera evito a los colgados que andan tramando algún atraco que les provea del chute diario, a mi manera camino por una acera en estado de sitio, sin rectas, plagada de socavones, huntada en mierda de perro, punteada por las jeringuillas jeringuilla, falta de escoba, a mi manera aguanto la respiración cuando paso al lado de los contenedores, hace tiempo repletos y ahora sitiados por la mugre, a mi manera traspaso las calles donde nadie hace caso de unos semáforos arrancados de cuajo por los chatarreros, a mi manera entro en el Instituto sin miedo ya a que me vean haciéndolo a deshora de lo obligado, a mi manera recorro el pasillo, a mi manera golpeo levemente con el puño la puerta del Director, a mi manera lo tranquilizo mientras saludo, usando para ello la mirada, esa que no es la que nadie pone cuando va en plan de atraco, a mi manera me siento en el sofá de cuero rajado, del que asoman retazos de gomaespuma por todos sus costados, a mi manera hablo....
- Vera....- es normal que dude, no estoy acostumbrado - .....¿todavía existe la FP?.
El sonríe.
Creo que nunca lo había visto así.
- Déjame vivir - le justifico.


Bucardo


Registro Propiedad Intelectu@l

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