miércoles, 6 de mayo de 2009

No Supo


No supo

Uno no sabe, o prefiere no saber, de donde le vienen algunas cosas.

No quise saber que los Reyes Magos domesticaban sus camellos en la habitación de al lado y que las cartas delatoras, eran las culpables de tantas risas prenavideñas.

No quise saber porque dejé de escuchar los ronquidos del abuelo o las novelas rosa en siesta con que la abuela nos martirizaba.

Un día salieron pálidos por la puerta y un yo atemorizado, no volví jamás a verlos ni a ellos ni a sus propinas.

Tampoco quise saber las razones por las que Rosaura se inclinaba de más a la hora de hablar conmigo, ni porque sus quince años se me hacían demasiado cuando en clase, giraba el cuello para obligar su rostro frente al mío.

Ignoré sin pretender subsanarlo, si su cabello era rubio de nacimiento o por efecto de algún potingue químico.

No le di importancia porque tampoco me pregunté si supuestamente vivo, tenía la angustiosa sensación de permanecer anquilosado.

Ignoré las medias rasgadas de mi esposa.

Ignore su desgana, sus retrasos, sus ahogos y lágrimas secas.

Una mañana me levanté y no quise saber que había escrito en la nota que suplía su cabeza sobre la almohada.

Hoy el doctor me dijo que ve algo raro.

Pero no volveré a la consulta.

Bucardo

No hay comentarios: